Después de los encinares y los pinares, las formaciones más representativas son la maquia, la garriga y la maleza, que son diferentes tipos de matorral, formaciones arbustivas sustitutorias que responden a la destrucción de otras formaciones forestales más maduras, o bien que se establecen a partir de los prados que han dejado de ser perturbados por la actividad humana.
El papel ecológico de estas formaciones arbustivas es esencial para la función que tienen de retención del agua de lluvia, de protección del suelo y de refugio para la fauna.
Maquia
La maquia es una formación vegetal arbustiva bastante densa, prácticamente impenetrable, que no supera los 3 m de altura, muy representativa del paisaje mediterráneo y constituida por especies de hoja perenne.
En Collserola encontramos maquias de brezo (Erica arborea) y madroño (Arbutus unedo), que rebrotan con fuerza tras un incendio o de un desbroce y que pueden llegar a ser muy abundantes. La encina (Quercus ilex), la coscoja (Quercus coccifera), el roble (Quercus cerrioides) o el adelfilla (Bupleurum fruticosum) también tienen una presencia importante. No faltan las lianas, como la zarzaparrilla (Smilax aspera), la madreselva (Lonicera implexa) o la hierba muermera (Clematis flammula), que al enredarse a los arbustos hacen aún más difícil el paso.
Garriga
La garriga es una formación arbustiva más baja que la maquia, que en general no llega a 1 m de altura. La coscoja (Quercus coccifera) es la especie dominante, y aunque se trata de un árbol pequeño, en Catalunya lo encontramos siempre en forma arbustiva.
Como en el caso de la maquia, la garriga (Quercetum cocciferae) es un estadio intermedio que procede de la degradación del encinar litoral, después de desbroces o incendios. El coscoja forma masas densas, muy apretadas, que dificultan el paso de la luz hasta el suelo, y por tanto no permiten el desarrollo de un estrato herbáceo.
Las matorrales se hacen generalmente sobre sustratos calcáreos. En Collserola son formaciones con muy poca representación que se localizan básicamente en las inmediaciones del Turó Rodó y el de la Coscollera, y alrededores del Puig d’Olorda, donde afloran las calizas. Es normal, por tanto, que, a menudo, estén asociadas con especies de las malezas calcícolas, como el romero (Rosmarinus officinalis) y el lentisco (Pistacia lentiscus).
Matorral
De altura inferior a la maquia, el matorral es una formación arbustiva que no suele alcanzar 1 m de altura, más o menos densa, y donde las gramíneas todavía tienen un papel importante. Es dominada por la asociación Cisto-Sarothamnetum catalaunica cuando el sustrato es de composición silícea.
Las malezas son un buen ejemplo de las adaptaciones de las plantas a las condiciones extremas de sequía. Las especies que predominan son las jaras (Cistus sp), el brezo (Erica arbórea), la aulaga (Ulex parviflorus) y la aulaga negra (Calicotome spinosa). En estas formaciones de pequeños matorrales situadas en zonas con fuerte insolación, los pinos encuentran las condiciones idóneas para la germinación. En estos puntos es fácil comprender cómo evoluciona la vegetación hacia formaciones forestales más complejas y estables.