Can Carlets es la única explotación agrícola de mandarinas existente a la Sierra de Collserola y no se tiene constancia de ninguno otro cultivo de mandarinas tan al norte ni tan cerca de un gran casco urbano como es la ciudad de Barcelona. El microclima suave que proporciona esta ubicación con orientación al mar permite ejecutar un proyecto tanto arriesgado cómo es este.
La Masía Can Carlets está situada en la vertiente barcelonesa del Parque Natural de la Sierra de Collserola, en el camino de la ermita de Sant Cebrià, en el distrito de Horta-Guinardó, en un pequeño valle orientado al sureste y mirando hacia la ciudad de Barcelona y el mar Mediterráneo. Este entorno protegido de un elevado valor ecológico y paisajístico se encuentra a sólo 15 minutos andando desde la parada de metro de Montbau.
Las terrazas de cultivo de la finca de Can Carlets estaban ocupadas antiguamente por viñas que se sustituyeron por 2.200 mandarineros. El sistema de cultivo utilizado es ecológico (certificado del Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica -CCPAE-), de Km 0 (sólo entregas al área metropolitana de Barcelona) y todo el trabajo se hace manualmente y tratando cada árbol de forma individualizada. Can Carlets dispone de un pozo que suministra el agua suficiente para regar con un sistema de goteo para optimizar el consumo de agua. Todas las mandarinas son de la variedad Clemenules, que no tienen huesos y están llenas de zumo, haciendo su consumo más agradable.
Del árbol a la mesa es la filosofía de esta explotación de mandarinas. A Can Carlets no se dispone de cámaras frigoríficas ni se aplica ningún tratamiento de conservación a la fruta, así que las mandarinas permanecen en el árbol hasta que se recibe el pedido, (vía web Can Carlets o teléfono), momento en que se cosechan y se preparan para ser entregadas al día siguiente directamente en casa. También se puede apadrinar un mandarinero. La temporada de mandarinas empieza al mes de noviembre y dura hasta principios de febrero.